Lo creas o no, el sinónimo de invertir, según el respetado diccionario Michaelis, es: ' Lánzate con ímpetu '. Cuando leí esta definición, no pude evitar imaginarme a un inversor yendo al banco y arrojándose contra el gestor. ¡Por favor no haga eso! Sin embargo, cuando me detuve a reflexionar sobre esta definición del diccionario, me di cuenta de que conlleva algunas ideas para los inversores , como las describiré aquí.
'Lanzarse con ímpetu' se refiere al acto de lanzarse en cuerpo y alma a un emprendimiento. Podemos inferir que la persona que se va a lanzar está dispuesta a realizar una actividad como si su vida dependiera de ello . En otras palabras, seguramente te rodearás de cuidados, información, formación, personas que pueden ayudarte y algo de planificación . Sin embargo, cuando miramos el mercado financiero, vemos que hay mucho descuido a la hora de invertir . Todo parece tan fácil y trivial, al alcance de una aplicación mágica, y en realidad no existe ningún acto de lanzamiento con ímpetu , quizás seamos más propensos al acto de hacer clic aleatoriamente.
El sinónimo de inversión también menciona impulso. Según el mismo diccionario, ímpetu significa energía o fuerza que se pone en movimiento. ¿Cuántos inversores dedican el tiempo y esfuerzo necesario a estudiar, evaluar y calificar la inversión que están a punto de “lanzar”? Pocos inversores tienen tiempo para emprender una tarea de este tipo y, cuando lo hacen, dedican más tiempo a evaluar el próximo par de zapatos que comprarán que a investigar una inversión que pondrá en peligro su futuro.
Además, lanzarse con impulso requiere experiencia previa para que realmente entres con impulso 'pleno' . Para que esto suceda, necesitarás conocimiento y alguien que tenga conocimiento que te guíe de la mano, si no todo el camino, al menos parte del camino.
Recuerda que cuando nos lanzamos con ímpetu , queremos algo a cambio, y ese algo en el mundo de las inversiones es la victoria, el beneficio o tu participación en el emprendimiento. Si alguna vez has participado en alguna competición, sabrás lo deliciosa que es una victoria y probablemente entiendas cuánta preparación y sacrificio personal se necesitó para conseguirla. En el mercado financiero ocurre lo mismo: muchos quieren saborear la victoria, pero pocos se comprometen con ella.